Con la llegada del COVID-19 al país, el trabajo del personal de salud y de la Sanidad Naval fue el eslabón principal dentro de una inmensa cadena de ayuda humanitaria por parte de las Fuerzas Armadas para enfrentar la pandemia.
En este sentido, el Hospital Naval “Almirante Adriazola” de Talcahuano, pasó a formar parte de la Macrozona Biobío desde el inicio de la pandemia, con el 100% de las camas, ventiladores y respiradores invasivos y no invasivos, teniendo que readaptar sus estructuras y sumando nuevo material para cumplir con las demandas del servicio.
Desde antes que se decretara la emergencia sanitaria en marzo de 2020, el Hospital comenzó la capacitación y preparación de su personal para apoyar a quienes se vieran afectados por el COVID-19, continuando además con sus atenciones de otras patologías de manera normal.
“Inicialmente las consultas bajaron mucho, por el miedo y la sobre información que recibía nuestra población. De a poco las urgencias fueron aumentando, pero logramos controlar la situación dividiendo las urgencias entre los sintomáticos respiratorios u otros síntomas atribuibles a la enfermedad de aquellos pacientes con patologías diferentes. Para esto se establecieron Triage especiales, con el fin de mantener todo más controlado y evitar contagios”, comentó la Cabo 1º Lorena Sandoval, Enfermera Naval del Servicio de Urgencias.
Para el Director del Hospital, Capitán de Navío SN Christian Werner, “sin duda la pandemia ha significado un gran desafío para nuestro Hospital. En un principio, tuvimos que preocuparnos en conocer bien la enfermedad y preparar a nuestro personal. Para eso fueron necesarias varias capacitaciones, sobre todo relacionadas con el uso de elementos de protección personal y el tratamiento de pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19”.
“Estos cambios y las reestructuraciones fueron posibles gracias al trabajo en conjunto de todos los servicios y la interminable labor de los trabajadores de la salud, marinos y civiles, quienes afrontaron y continúan afrontando cada requerimiento con flexibilidad y profundo servicio de vocación”, indicó.
Implementación de Unidad de Tratamiento Intermedio (UTI)
Con el objetivo principal de tratar pacientes intermedios COVID, el 22 de marzo se implementó una UTI con ocho camas y con el equipamiento necesario para manejar a pacientes que presentaban una falla respiratoria no tan severa. Para esto, se usaron cánulas de alto flujo, las que fueron prestadas por el Hospital Naval de Viña del Mar y por el Servicio de Salud Talcahuano.
“Durante este tiempo, hemos manejado principalmente pacientes COVID, de cánula de alto flujo y pacientes post operados, que requieren un intermedio y que no podían ser trasladados a la UCI, porque no había disponibilidad de cama”, comenta la Jefe Técnico de la UTI, Doctora Constanza Vergara.
Respecto a la conformación del equipo, compuesto por Enfermeras Universitarias y Personal de Sanidad Naval, la Doctora Vergara indica que “es un equipo armado con harta voluntad y esfuerzo de parte del Hospital y de otras reparticiones de la Armada presentes en la zona que nos apoyaron. Es gente que llegó con mucha energía y ganas de poder hacer una unidad nueva, que no existía en este hospital, con nuevas ideas y prácticas que se fueron implementando de a poco para poder ir armando esta Unidad”.
Apoyo a Hospital Las Higueras
Gracias a un convenio de trabajo conjunto, usuarios del Hospital Las Higueras que requieren una intervención quirúrgica de urgencia, en Traumatología, están siendo operados en el Hospital Naval de Talcahuano, con la finalidad de evitar una espera mayor debido a la presión asistencial producto de la labor en pandemia.
Esta alianza ha permitido apoyar a la comunidad, resolviendo temas quirúrgicos urgentes, pero sin descuidar las necesidades de nuestros propios beneficiarios. De este modo, el convenio ha permitido que un pabellón quirúrgico y 8 camas puedan ser utilizadas por los usuarios de Traumatología, los que están de alta en un período breve, de uno o dos días.